Por | 13/10/2025 | España
La debacle económica que comenzó en 2008
contribuyó a revitalizar los estudios sobre Karl Marx; no sólo se dio una
reconsideración/relecturade la teoría económica marxista (El Capital o los Grundrisse),
sino que se revisaron las ideas de Marx sobre
cuestiones actuales, como la ecología, la raza y el feminismo; la catedrática
de Filosofía Montserrat Galcerán destaca este reexamen y vivificación
del filósofo alemán en el prólogo a La invención del marxismo (Ed.
Traficantes de Sueños, 2023).
Montserrat Galcerán participó el 4 de octubre en el
seminario Feminisme de classe per al segle XXI,
organizado por Esquerra Unida del País Valencià (EUPV)-IU en la sede de
Valencia.
“El feminismo de clase no representa sólo la lucha de
las mujeres blancas asalariadas, sino también la de las mujeres esclavas, las
cuidadoras que no perciben una nómina o las migrantes”, destaca la también
autora de La Bárbara Europa. Una mirada desde el postcolonialismo y
la descolonialidad (2016) o Deseo y libertad. Una investigación
sobre los presupuestos de la acción colectiva (2009).
En su intervención, Galcerán subrayó el protagonismo
de las mujeres ya desde los primeros procesos de industrialización; recuerda,
por ejemplo, alguno de los pasajes de La formación de la clase obrera en
Inglaterra, obra del historiador británico E. P. Thompson publicada
en 1963:
“A principios de la década de 1830, entre una tercera
parte y una mitad de la mano de obra (para todo tipo de trabajo) de las
hilanderías tenía menos de 21 años. En el estambre, la proporción de una mano
de obra juvenil era bastante más elevada. De los adultos, bastante más de la
mitad eran mujeres”.
Entre las autoras recientes que se inscriben en el
feminismo marxista, Montserrat Galcerán destaca a la filósofa y socióloga
alemana, de 87 años, Frigga Haug; es la autora, por ejemplo, de la entrada Marxismo-feminismo en
el Diccionario Histórico-Crítico del Marxismo Feminista (M-F); el M-F trata de
“fusionar la despatriarcalización de las relaciones de
género con la reconstrucción socialista de las relaciones de producción, es
decir, un ‘revolucionamiento’ de la revolución que se dispone a transformar
todos los aspectos de lo social”.
Entre los puntos que ha de abordar el feminismo
marxista, afirma Frigga Haug, figura el ‘atravesamiento’ de las relaciones de
género por las de clase y raza.
En el texto Hacia una teoría de las relaciones de
género (CLACSO, 2006), la filósofa alemana señala que hoy se
ha llegado hasta el punto que el desarrollo de las fuerzas productivas “se ha
introducido en la producción de vida en sí misma”; el avance de la
biotecnología y la genética -vinculada a la reproducción humana- hace necesario
un replanteamiento de las relaciones de género.
En el seminario de EUPV-IU, la doctora en filosofía
por la Universidad Complutense, Clara Navarro Ruiz, autora del libro El
capitalismo de hoy, la incertidumbre de mañana (2022) y de la
tesis doctoral Mientras caemos: fundamentos para una crítica
interseccional del capitalismo a partir de sus límites civilizatorios (2019)
destaca las aportaciones de otra filósofa y activista de ideario feminista
marxista, Silvia Federici, que en Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y
acumulación primitiva (2004) señala la violencia ejercida
contra la mujer como una de las bases del estado moderno y del capitalismo
incipiente.
En el campo de la economía feminista, Clara Navarro
Ruiz subraya los trabajos teóricos de la economista Amaia Pérez Orozco (Subversión
feminista de la economía. Sobre el conflicto capital-vida, de 2014)
y de la también economista, chilena, Cristina Carrasco Bengoa (El
trabajo doméstico y la reproducción social, de 1991); a ello se
agrega la lucha de colectivos como Las Kellys, asociación de camareras de piso
-que limpian hoteles- surgida en el estado español en 2016; o de Territorio
Doméstico, colectivo feminista y mestizo que batalla por los derechos de las
trabajadoras del hogar.
Entre las actuales vías de reflexión, la doctora en
filosofía apunta el concepto de “doble jornada” laboral femenina, que implica,
además del trabajo en una empresa, el trabajo doméstico y de los cuidados; una
encuesta del CIS, publicada en enero de 2024, revela que las mujeres dedican
172 minutos de media a las tareas del hogar en un día laborable, mientras que
los hombres se ocupan durante 126 minutos.
Otro punto relevante, afirma Clara Navarro Ruiz, es
la Teoría de la Reproducción Social y su relación con el feminismo marxista; la
reproducción social se lleva a término, principalmente, en el ámbito de la
familia pero también hay trabajos reproductivos -socializados por el Estado-
que se desarrollan en instituciones como escuelas y hospitales; reproducir la
fuerza de trabajo en sentido amplio incluye a las trabajadoras, pero también a
la infancia, las personas mayores, enfermas y desempleadas; la economía
neoliberal considera la reproducción social como un área de lucro (Cinzia
Arruzza, CLACSO, 2006).
¿Qué importancia tienen estas tareas? según el
estudio El
valor del trabajo de los cuidados no remunerados (Instituto
Aragonés de la Mujer, 2021), el valor anual de horas invertidas en tareas
domésticas por la población aragonesa representa el 37% del PIB de esta
autonomía (el 21,2% las mujeres y el 15,8% los hombres).
¡En el Seminari Feminista de EUPV-IU ha participado
asimismo la presidenta de la red Transform Europe! (think tank vinculado al
Partido de la Izquierda Europea -PIE-), Marga Ferré, quien recuerda que la
población femenina trabajadora en el estado español se situaba, en 2024, en el
46,4% del total de personas ocupadas, según la Encuesta
de Población Activa (EPA); además, del total de personas ocupadas el
mismo año, el 15% provenían de otros países (3,3 millones).
En consecuencia, resalta Marga Ferré, “ya no hemos de
pensar la clase trabajadora en términos de hombre obrero, blanco y con un
empleo en el sector industrial”; añade que la fragmentación de la clase obrera
es una especialidad de la clase dominante y, por ello, “me parece un gran
error” incurrir en este fraccionamiento; tal vez sea la razón por la que el Manifiesto
Comunista, publicado por Marx y Engels en 1848, concluye con una
apelación colectiva: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”.
¡La presidenta de Tranform Europe! resalta el viraje
creciente hacia la izquierda por parte de las mujeres jóvenes; así, en las
elecciones al Bundestag de Alemania en febrero de 2025, “el 35% de las mujeres
jóvenes de entre 18 y 24 años apoyaron a Die Linke, en comparación con tan sólo
el 15% de los hombres jóvenes del mismo grupo de edad”.
Además, la encuesta de la radiotelevisión pública
vasca, EiTB Focus, daba cuenta el 5 de octubre de la fortaleza de EH Bildu en
intención de voto entre las mujeres, hasta el punto de situarse -en el sector
femenino de la población- 10 puntos por encima del PNV.
“El mismo patrón se observa en Corea del Sur,
Argentina y Túnez. En todo el mundo, las mujeres menores de 30 años son más
izquierdistas o progresistas”, concluye la exdiputada de IU en la Asamblea de
Madrid; menciona el caso de la marea verde feminista
en Argentina, que supuso la movilización de centenares de miles de mujeres y
niñas a favor de la despenalización del aborto; la presión popular logró que el
Congreso argentino aprobara -en diciembre de 2020- la Ley de Interrupción
Voluntaria del Embarazo.
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