Mujer Valiente que se enfrentó al sistema patriarcal en su época
Marzo 1933 /
Diciembre 2021
Carmen Alicia Castillo de Pirela nació
en el siglo pasado en Caracas, un 13 de marzo de 1933. Su infancia transcurrió
en una casa ubicada entre las calles Paradero a Venus, en la Candelaria, donde
vivió con sus tres hermanos y sus abuelos. Dos de sus hermanos fallecieron a
temprana edad por problemas de salud.
Alicia, se casó cuando tenía 16
años, en esos tiempos era normal que una niña se casara, se le preparaba para atender
a un marido y criar hijos según los oficios de su sexo. De ese matrimonio tuvo
tres hijos, los cuales le fueron arrebatados por su esposo en una actitud
machistas, cuando ella decidió divorciarse de éste, por sus infidelidades y
maltratos.
Una mujer divorciada en aquellos
tiempos era muy mal vista y todo fue un escándalo, el conyugue, ni su familia,
ni la sociedad le perdonaron el hecho de defender sus derechos como mujer ni de
haber tomado sus propias decisiones. En esos tiempos una mujer que se levantara
contra la dictadura del matrimonio era repudiada por la propia familia y por la
sociedad, debía seguir aparentando ser una señora antes todos y todas, aceptar las
infidelidades del marido y el maltrato, seguir cumpliendo con el rol de fémina para
el cual había nacido, el castigo que ejerció el marido fue quitarle sus hijos y
nadie la defendió, no tuvo ayuda, pero esa actitud patriarcal no la doblegó.
Pasaron varios años, Alicia sufrió
en silencio el despojo de sus hijos. Se casó de nuevo y de esa unión tuvo cinco
hijos más, pero nunca dejó de luchar para recuperar a sus tres primeros hijos, sin
lograr lo anhelado. Los años pasaron, los hijos crecieron y fue entonces, en la
segunda mitad de su vida, cuando logra disfrutar del amor de todos sus hijos.
Con su segundo esposo y sus cinco
hijos, vivió en la Parroquia 23 de enero. Allí paso de Alicia Castillo a Alicia Pirela
asumiendo el apellido de su segundo esposo. Su temple y su naturaleza rebelde
se fusionaron con la historia combativa de la parroquia, en el bloque 3 y 4 de
Monte Piedad, formó parte de la organización comunitaria, específicamente del
Club Juvenil "Esteban Hernández". Organizaba excursiones y paseos
para niños y jóvenes; actividades culturales y deportivas. Su casa era una
especie de centro comunal.
En su casa se hacían vestuarios
para los grupos artísticos, se elaboraban los refrigerios, las tortas y bebidas,
saciaban la sed de los niños y adolescentes que, subían exhaustos de jugar en
la cancha deportiva, se realizaban los ensayos del grupo de aguinaldos
"Las estrellas del Caribe".
En fin, Alicia ejercía un
liderazgo y mostraba una pasión impresionante por todo lo que representara
beneficios para su gente, para su comunidad. En ese contexto crecieron sus
cinco hijos, todos con una vena artística heredada de su padre, pero alimentada
también por el ambiente de lucha, de trabajo colectivo y de solidaridad de su
madre.
Hoy conocemos a los hermanos y hermanas
Pírelas como artistas, cantores, pintores, músicos, nacido de ese vientre
combativo que nunca se doblego ante la injusticia. Entre sus hijos, Leonardo
José "Cheo" Pirela, se destacó por su entrega a la lucha
revolucionaria de carácter armado. Fue preso político y durante cuatro años y
medio Alicia, con el dolor de ver a su hijo entre rejas, pero con mucha
fortaleza, lo visitó todos los sábados en el Retén de Catia primero y luego, en
la Cárcel Modelo sector H-2, pabellón de presos políticos revolucionarios, también
le gustaba cantar.
Alicia formó parte del Comité de
Solidaridad con los presos políticos Revolucionarios, colaboró con los comités
de defensa de los derechos humanos. En la cuarta república y participó en las
luchas de la parroquia y en más de una oportunidad se enfrentó a los cuerpos
policiales para defender e incluso rescatar a hombres de la comunidad que eran
detenidos en las frecuentes redadas y operativos que los cuerpos represivos del
Estado desarrollaban en el sector de Monte Piedad, en los que incluso
resultaban muchas personas heridas por el uso indiscriminado de las armas.
Alicia pasó por muchas
situaciones difíciles, pero siempre estuvo dispuesta a salir adelante y a ir
más allá de sus propios límites, siempre con una sonrisa, siempre dispuesta a
ayudar al prójimo. Fue muy resiliente y le enseñó a sus hijos y nietos a querer
y a respetar el entorno y a las personas que les rodeaban. Eso significaba
respetar a los demás, ser sensibles ante los problemas de los otros. Así como
también a querer y respetar a la naturaleza, a los animales.
Era una "encantadora"
de perros. Acariciaba y alimentaba a perros callejeros y llegó a rescatar a
algunos e incluso a curarlos, sensible como toda una revolucionaria, la calle y
la participación en las luchas populares la fueron formando en la política,
unas de las cosas que aprendió que la lucha es de clases sociales, que existía
un enemigo muy fuerte, el imperialismo; que somete y destruye, por ello nunca
dejo de participar en las actividades políticas.
Además, fue una mujer trabajadora
y muy profesional en las labores que desarrollaba. Realizó cursos de nutrición
y dietética en el Instituto Nacional de Nutrición y durante más de 20 años
estuvo encargada del comedor de los trabajadores del Instituto Nacional de la
Vivienda (INAVI), hoy en día muchos de esos trabajadores la recuerdan por ser
una mujer valiente, solidaria, muy buena con su sazón en la cocina.
En fin, Alicia, quien dejó este
plano a sus 88 años, en diciembre de 2021, fue una mujer que dejó grandes
aportes en el seno de la comunidad, esa misma que siempre la trató con mucho respeto
y admiración, muy querida por los presos políticos que cobijo, su solidaridad y
disciplina la hizo merecedora de admiración y respeto, siempre estuvo cerca de
las causas justas.
Dejó un importante legado en su
lugar de trabajo, porque con gran amor alimentó a centenares de servidores
públicos, conocida como la Sra. Pirela. No la veremos más por la plaza Bolívar,
por el bulevar Panteón, en las actividades políticas, pero su recuerdo estará
presente en todas y todos los que compartimos vida con esta gran mujer.
Lo más importante, dejó sembrado su amor, su pasión, su valentía, su rebeldía y su honestidad, en sus hijos y nietos, así como en un gran contingente de hombres y mujeres que han participado y aún participan en la construcción de una Venezuela independiente y soberana.
Fuente: Yadira Pirela Castillo y Leonel Pirela Castillo.
Ejemplo de mujer valerosa, con una forma de inspiración, emponderar a las mujeres. Muchas mujeres se enfrentan a desafíos relacionados con su valoración debido a estereotipos sociales, presiones laborales, familiares o personales. La mujer siempre a demostrado su fuerza, valentía y capacidad de superar cualquier obstáculo..!!!
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